Cómo probamos - Queso feta

Preparation of the samples. Photo: Foodlab
Preparation of the samples. Photo: Foodlab
Analysis of the fat content. Photo: Foodlab
Analysis of the fat content. Photo: Foodlab
The samples are placed in a warming cabinet for analysis of bacterial growth. Photo: Foodlab
The samples are placed in a warming cabinet for analysis of bacterial growth. Photo: Foodlab
Bacteria cultivation in petri dishes, the cheeses are tested for E.coli and Listeria. Photo: Foodlab
Bacteria cultivation in petri dishes, the cheeses are tested for E.coli and Listeria. Photo: Foodlab

La prueba de laboratorio Testfakta del queso feta consiste en el análisis de las propiedades sensoriales, el contenido nutricional y el ADN, así como la prueba de bacterias y antibióticos. El propósito de la prueba es destacar productos de queso feta auténticos y de alta calidad.

 

 

Published: 3 Mayo, 2023

Oportunamente, las pruebas las lleva a cabo un laboratorio griego, el Foodlab independiente de Tesalónica.

La prueba consta de tres partes. El primero es un análisis sensorial que evalúa el sabor, el aroma, la apariencia y la textura.

El queso feta es un queso salado seco y desmenuzable que tradicionalmente se elabora con leche de oveja o una mezcla de leche de oveja y cabra. El queso feta tiene un aroma distintivo que es salado y agrio a ligeramente agrio. El aroma puede variar según la edad del queso y el tipo de leche utilizada para su elaboración. También puede tener una textura ligeramente arenosa debido a los cristales de sal en el queso. El queso feta suele ser de color blanco y puede tener pequeños agujeros o bolsas en todo el queso.

En el análisis sensorial, cinco especialistas del laboratorio catan los diferentes quesos feta. Los quesos se califican en una escala del 1 al 5 según los criterios anteriores de sabor, aroma, apariencia y textura, donde una calificación de 5 significa que el queso es de buena calidad.

La segunda parte es un análisis de ADN. Un queso feta tradicional se elabora con leche de oveja o una mezcla de leche de oveja y cabra (sin embargo, un máximo de 30% de leche de cabra). El queso no debe contener leche de vaca. Para comprobar que ninguno de los quesos presenta trazas de leche de vaca, el laboratorio realiza una prueba de ADN.

En la tercera parte, el laboratorio primero analiza el contenido nutricional y qué tan bien se corresponde con los niveles declarados de proteína, grasa, agua y sal. Los quesos feta también se analizan en busca de trazas de un total de 34 tipos diferentes de antibióticos.

Las pruebas también incluyen la detección de bacterias. Los productos lácteos pueden contener bacterias dañinas para nuestra salud. La más común es la presencia de las bacterias intestinales E.coli (Escherichia coli) y Listeria.